21 de mayo 707. Esquina Rosas. Metro Plaza de Armas.
¿Qué es?:
¿Qué es?:
Es una de las sombrererías más antiguas de Santiago. En una de sus vitrinas posee un muñeco de cerámica que golpea el vidrio y que lo hace la principal característica de la tienda. Es popularmente conocida ya está ubicada en un lugar céntrico de fuerte actividad comercial.
Que hacer:
Al ser una tienda de accesorios, específicamente de sombreros, el objetivo principal es que sus clientes sean atendidos de manera personalizada pues el vendedor mide el contorno de la cabeza y vuelve con el sombrero de la medida exacta. La variedad de sus productos es extensa Sombreros de dama, caballeros, huasos, jockeys, de fieltro, paño o pita. Expuestos en delicados estantes y a la vista del comprador.
Su interior está decorado y perfectamente mantenido, las cajas son antiquísimas, de color bronce o cobre, estantes de madera de la época -1915- un espejo biselado de marco dorado barroco. Cuenta con una sección dedicada a la vestimenta folclórica: sombreros de huaso, también de ponchos y polainas de cuero, fabricadas por la misma tienda.
Siempre ha sido vista como uno de los lugares más distinguidos y exclusivos del Santiago histórico, sin embargo es conocido popularmente ya que en el siglo XX el sombrero era una prenda ampliamente usada.
La tienda fue fundada por el español José González Noriega y su familia en 1915, con el nombre de “Fábricas Unidas Americanas de Sombreros”. Aún conserva el estilo boliche de principios de siglo: suelo de madera, techo alto, dos pisos interiores, lámparas colgantes y repisas de madera desde el suelo hasta el techo.
En 1922 los dueños compraron un muñeco parisino en un remate que posteriormente se convertiría en la principal característica de sus vitrinas. Estamos hablando de un muñeco vestido de “botón” –conserje de hotel- que había sido enviado a Chile para una tabacalera, y que originalmente era de color moreno, lo que explicaría el grueso de sus labios. Que desde ese entonces no ha dejado de golpear el vidrio de la vitrina con una baqueta que sostiene en una de sus manos. Pronto se transformó en señal de referencia para los vecinos y compradores de la tienda, refiriéndose al lugar como “Donde golpea el monito”.
El local no solo ofrece sombreros de dama y caballero –en una amplia gama de diseños-, también sumaron artículos y prendas folclóricas como mantas, sombreros de huaso, cinturones, botas, entre otros.
El local no solo ofrece sombreros de dama y caballero –en una amplia gama de diseños-, también sumaron artículos y prendas folclóricas como mantas, sombreros de huaso, cinturones, botas, entre otros.
Los clientes son variados, pero estables, incluso podemos encontrar compradores ilustres como los presidentes Jorge Alessandri Rodríguez, Salvador Allende y el poeta Pablo Neruda.
En su interior se encuentran dos grandes espejos de vidrio biselado, uno colgante con marco dorado estilo barroco y uno de pie.
Las vitrinas fueron compradas en un remate de una casa de moda en Francia en el año 1850.
Manuel Peña Muñoz, investigador y profesor de castellano y doctor en filología hispánica. Comenta una anécdota en “Chile memorial de la tierra larga” relacionada con su dueño:
Fernando Tamayo, de origen vasco. Durante mucho tiempo asistía al local un señor de "aspecto taciturno" que se paraba mirando el espejo hipnóticamente por largo rato. Meses después, volvía a repetir el rito. Intrigados, un día le preguntaron al señor de las razones de esta rutina.
- Este espejo estaba en el salón de mi casa -respondió- Delante de él puedo ver claramente las fiestas que se celebraban... las Navidades... allí están mi madre, mis hermanas... el despacho de mi abuelo, la escalera de mármol que subía al segundo piso y allá al fondo, las puertas abiertas al parque...
- No veo nada -le dijo la señorita que atendía la caja.
- Hay que saber ver -contestó él, con una sonrisa.
Actualmente la tienda pertenece a la familia Sordo y Compañía Ltda. Es la cuarta generación de la familia fundadora.
Testimonios:
Nos acercamos a hablar con la señora Maite, quien nos cuenta que sus bisabuelos fueron los primeros dueños y que el local siempre ha pertenecido a la familia Tamayo – Sordo. También nos aclara que el particular muñeco que hace sonar el vidrio de la vitrina llegó en 1922 a Chile siente años después de la apertura de la tienda. Fue comprada en un remate. El muñeco iba originalmente a una tabacalera que quebró, y su bisabuelo lo compró y lo puso en la vitrina:
“Esta tienda en realidad se llama Fábrica Americana Unida de Sombreros, pero toda la gente la conoce por: Donde golpea el monito. Se hizo famosa con ese nombre porque la gente lo ocupaba como referencia: ¿Dónde nos juntamos?, donde golpea el monito”.
“Hace poco entre las cajas de las bodegas encontraron un “hijo perdido” del monito, es más pequeño que el de la vitrina y pronto le hará compañía”, dice.
Su clientela, si bien, es variada se ha mantenido por muchos años, incluso han pasado por ahí personajes famosos. Algunos presidentes como Allende y Alessandri, el poeta Pablo Neruda y el actor Bastián bodenhofer, estrellas del cine internacional como Kevin Costner.
El día que visitamos la sombrerería nos encontramos con un periodista de la revista Paula quien nos comentó que estaba a cargo de la sección Ropero Paula y que había ido a comprar el modelo clásico de sombrero de mujer: masculino pero con formas delicadas. Accesorio que marcará tendencia esta temporada, estilo femenino –masculino.
En este punto la sombrerería se ha destacado, sus modelos son fabricados en Chile pero también importados desde países como Estados Unidos, Francia y España.
“La moda la imponen los mismo clientes, hubo un tiempo en que los huasos llegan pidiendo sombreros con ala corta y al otro año piden larga”, agrega Maite, además agrega que por ese motivo, los mal no han sido competencia para ellos.
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