1. Peluquería Francesa /Boulevard Lavaud

Ubicación: Calle Compañía 2789, esquina calles Compañía y Libertad.

¿Qué es?:  
Es una antigua peluquería francesa que funciona hace más de 100 años en el barrio. Actualmente tiene maestros peluqueros que manejan las técnicas antiguas.  
Como parte de una alianza cultural gastronómica, a su lado funciona un restorán que ha sido calificado dentro de los 7 mejores en Santiago.

¿Qué hacer?:

Hombres, mujeres y niños puedes cortar  y peinar su cabello. También se ofrece el servicio de barbería.
En el restorán se ofrece un variado menú de comida tanto chilena como internacional, con menús especiales del chef, uno de los más destacados es el Pato a la Naranja.
Éste lugar es también un museo, por lo que se puede recorrer y sacar fotografías en los dos pisos, donde se pueden encontrar valiosos objetos de la antigüedad.
Si se quiere ahondar en la historia de estos objetos, puede visitar Los Coleccionistas y el Antiguo Almacén (ubicado frente a la peluquería)

Un poco de historia:
La Peluquería Francesa funcionaba en 1868 en la calle Santo Domingo, frente a la Plaza Yungay, a cargo de tres maestros peluqueros franceses que atendían al personal del Consulado y a vecinos del barrio. En 1925 se mudan a la ubicación actual, un edificio ecléctico construido por Antonio Pardo el año 1900. La Peluquería fue fundada por Emilio Lavaud, cuando éste falleció, le entregó el derecho a llave a su empleado Manuel Cerda el año 1988, hasta que en el año 2012 pasó a pertenecer al nieto del fundador, Cristián Lavaud,  responsable de la restauración de la Peluquería y de la construcciòn del Boulevard.

Testimonios: “Es un lugar con alma, su cocina es simple pero delicada, precios equilibrados, una decoración original y emocional. Nos hace muy bien a los chilenos conocer de nuestros barrios y antepasados. Los felicito por la preocupación. Hay muchos buenos restaurantes, pero pocos con tanta onda y estilo... ¡Viva el patrimonio y el Boulevard Lavaud!”,  Josefina Aros, junio 2007.

“El Boulevard Lavaud, ubicado al costado de la Peluquería Francesa, la más antigua de Santiago y que sigue funcionando como en los primeros días (con los mismos instrumentos y métodos), posee una decoración que transporta a principios del siglo XX.  La carta es variada y con detalles de la época, [tiene] buenos vinos y ricos tragos", Cristina Poblete, mayo 2012.